Este fue un encargo hecho con mucha ilusión por a quién iba destinado, aunque después se amargó el final de la historia por otros motivos que no vienen al caso... Se trataba de hacer una mini tarta para unos abuelitos que hacían 75 años de casados, sí habéis leído bien, 75 años de casados!!!!! Me parecía increíble, se trataba de un milagro de la naturaleza, de salud, de paciencia y sacrificio, además de lo más importante, el triunfo del amor sobre todas las cosas. Hice un bizcocho suave de vainilla relleno y cubierto de nata vainillada, esponjoso y fino al paladar... Os muestro foto también de la cobertura, quedó muy lisita, cómo a mí me gusta!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario